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«Una sola cosa le envidian los ángeles a los hombres: no poder ofrecerle a Dios el sufrimiento para demostrarle su amor» (San Pío de Pietrelcina). «Vida y muerte se están enfrentando en un gran duelo»….y en éste momento dramático de la historia de la humanidad pareciera que la muerte lleva la ventaja. La civilización de muerte marcha sin confines: desde el momento de la concepción del hombre hasta antes de su muerte natural: aborto y eutanasia, que vienen lanzados al vuelo como los grandes avances de la civilidad. En realidad es el máximo progreso del egoísmo del hombre quien embebido por el materialismo pujante, perdió la luz del Espíritu y vive solo en orden a un hedonismo que le deteriora cada vez más. La consecuencia es que el sufrimiento es considerado como el máximo mal que hay que” exorcizar” de todas formas, hasta con el homicidio