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El objetivo de la Armada Blanca es invitar a los ninos a ofrecerse a Dios y a rezar el Rosario para que se realice la promesa de María en Fátima “Al final mi Corazón Inmaculado triunfará, promito una era de paz para la humanidad”.

Pero no se puede hablar de paz prescindiendo del respeto por la vida: «La vida es el mas grande regalo de Dios (...) el mas grande destructor de la paz en el mundo es el aborto. Si una madre puede matar a su propio hijo en la cuna de su vientre ?quién podrá detenernos a ti y a mí de matarnos entre sí?» (Madre Teresa de Calcuta).

La Armada Blanca no podría mas que cuidar a los mas pequenos de los pequenos  y para “parar el homicidio del aborto” – utilizando una expresión de Juan Pablo II – está sepultando a los bebés matados en los hospitales y para ello formó un equipo específico El Movimiento por la Vida de Armada Blanca, que por primera vez en el mundo en 1989 sepultó en el cementerio de la ciudad italiana de L’Aquila a bebés víctimas del aborto.

?Que nos proponemos?

- Recordar al hombre que la Vida inicia en la concepción.
- Formar una nueva mentalidad antiaborto reflexionando sobre la verdadera realidad del aborto: sepelio = cadáver = homicidio.
- Colocar en cada cementerio una estatua para realizar un sagrario en el cual se pueda ofrecer a esos pequenos hermanos una flor y una oración, un poco de dignidad que de paz y honor a los ninos que no nacieron y a nosotros la posibilidad de tomar conciencia del crimen mas absurdo del cual te puedas marcar, crimen que hoy es una costumbre de la vida.
- Marginar la cultura de la muerte siempre mas divulgada, despertando en las conciencias, tenida obtusas por una errada información, el Mando “NO MATAR”: “De vuestra sangre, o sea de vuestra vida, yo pediré cuenta a cada ser viviente y pediré cuentas de la vida del hombre al hombre, a cada uno de sus hermanos” (Gen 9,5)