Sugerencias prácticas

Cómo y dónde reunir a los niños

El encuentro con los niños no es aconsejable realizarlo aula por aula sino habiéndolos reunido en un salón de actos, gimnasio, una capilla o en un lugar abierto de no existir la posibilidad de reunirlos en un lugar cerrado amplio.
Los niños de primaria tienen que dividirse por edades, por ejemplo, primeros, segundos y terceros en un turno y cuartos, quintos y sextos en otro turno.
Los pequeños de kinder se atienden por separado en uno o más turnos, considerando que el grupo no puede exceder de 100 pequeños.

La distribución de los rosarios y de los trípticos

Los rosarios se distribuirán a los niños de uno por uno al entrar al lugar de reunión y se les pondrán en el cuello para evitar que jueguen con ellos durante la consagración. Se les pedirá que lo tomen en su mano al final, cuando se les explicará como rezar el rosario.
Los trípticos se entregarán en el momento que el sacerdote o la persona que haga la consagración esté por terminar de hablar, después de la consagración, porque se corre el riesgo de que los niños se distraigan con el folleto en la mano poniéndose a leerlo en lugar de escuchar.
Podrán explorar y leer por entero el folleto en casa junto a su familia o en lo personal.

Acomodo de los niños

Lo mejor es contar con lugares para sentarse para todos los niños, pero si faltaran sillas o gradas se les pedirá a los niños que se sienten en el piso o permanecer de pié de una forma ordenada. Se debe procurar que los mas pequeños queden siempre en las filas de adelante y conforme aumentan en estatura el acomodo será mas atrás.
En el momento de la consagración, cuando se les invita a dar su SI, (libre y consciente) deben estar todos de pié.
Es importante identificar a los niños inquietos que distraen a los demás durante la explicación para poder ponerlos aparte con la ayuda de los maestros o de aquellas personas que acompañan al grupo de Armada Blanca.

Duración del encuentro

Cada encuentro con los niños debe realizarse en no más de una hora y comprende lo siguiente:

1. La explicación de lo que significa la consagración. Esta parte no debe superar los 20 minutos, de otra forma la atención de los chicos aminora y no darán su SI con una viva y suficiente participación.

2. Explicación de como se reza el rosario, del cual se reza el primer misterio con ellos y se les invita a terminarlo por su cuenta.

3. Invitarlos hacer un pequeño sacrificio, como el de no ver televisión o de renunciar a los juegos de video por una semana, ésta sugerencia se hace al final, antes de la bendición con la figura de la Virgen.

Al terminar de impartir la bendición con la Virgen se invitará a los pequeños a enviarle un beso “soplado” a la Virgen, un aplauso o un canto a María. Escoger el más conocido de tal forma que todos puedan unirse a la canción.
Si se ven bien dispuestos, sería buena idea dejar una imagen de la Virgen de Fátima en cada salón, solicitando a los maestros que la enmarquen y la pongan en un lugar visible en el aula de clases.

En base a nuestra experiencia, cuando se trata de un gran número de niños, o cuando la acústica no es buena ser lo mas conciso posible saltando las apariciones del ángel y/o el ejemplo de dar el rosario a alguien para dar a entender el significado de la consagración.

En la explicación se pide a cada catequista apegarse al orden de los argumentos tal y como se hilan en el texto. Resulta vital mantener despierta la atención del niño y para lograrlo necesitamos estimularles a que den algunas respuestas, hemos sugerido algunos momentos para ello y esos momentos coinciden con los puntos suspensivos del texto.

Antes de cada encuentro pidan a su ángel de la guarda para que entre en contacto con los ángeles de la guarda de los niños a los que se dirigirán y abra sus mentes y sus corazones.


Nota para aquellos que se dedicarán a esta misión

Agradezcan a María porque han sido escogidos para éste apostolado que es el mas simple pero a la vez el mas eficaz.
Sentirán en el corazón una Fuerza y una Alegría siempre mas grande que el Espíritu les transmitirá por medio de los niños: es el “gracias” del Padre del Cielo que les sonríe por haberLe permitido tomar plena posesión de sus pequeños en los que El combatirá y vencerá la última batalla contra el eterno adversario:

 “Con la boca de un niño de pecho
 Haz cimentado un alcázar frente a tus adversarios,
para reprimir al enemigo y al rebelde” (Sal 8, 2-3)